Cascanueces
La "Inacabada" de Valladolid

Iba a ser la catedral más grande jamás construida. Tras la ciudad-monasterio de El Escorial, y diseñada también por Juan de Herrera, se proyectó como el testamento en piedra de Felipe II. Sin embargo, el declive de aquel imperio devorado por su propio gigantismo condenó al templo a una postergación perpetua. La parte trasera, en la que se aprecia la brusca interrupción donde debía levantarse el crucero, es hoy una confusa superposición de planos y volúmenes, con los ábsides en ladrillo, los restos de la colegiata gótica, y el jardín de cipreses (tomado por una colonia de gatos). La catedral inconclusa es una visita obligada en Valladolid por la elegante majestuosidad de su traza renacentista y los tesoros artísticos que alberga en el interior. Y es digno de considerar cómo el fallido proyecto, a mayor gloria del más poderoso monarca de su tiempo, puede entenderse también como perfecta metáfora de las limitaciones del ser humano cuando juega a ser divino.
