Cascanueces
El entierro de Genarín
El primer libro de Julio Llamazares se hacía eco del famoso "santo pagano" de León.

Seguimos el camino de descubrimiento de algunas obras literarias que reflejan, de modo más o menos directo, la vida invisible, poética o insólita de nuestras ciudades. Volvemos a León con el primer libro que publicó, en 1981, Julio Llamazares: "El Entierro de Genarín. Evangelio apócrifo del último heterodoxo español". En él recogía la peculiar historia de Genaro Blanco Blanco (la alba reiteración obedece seguramente al paso por un hospicio), personaje que vivió en la ciudad a principios del siglo XX. Poco se sabe a ciencia cierta de una vida que debió ser poco memorable y menos aún edificante: Genaro, pellejero de profesión, disfrutaba de cierta popularidad entre el ambiente más lumpen de León a causa de su desmedida afición al orujo, las cartas y las mujeres. Pero fueron las peculiares circunstancias de su muerte, dignas de un esperpento de Valle-Inclán, las que le ganaron un sitio en la posteridad. Al parecer, la madrugada del jueves santo de 1929 se encontraba haciendo sus necesidades contra el tercer cubo de la muralla del casco antiguo cuando un camión de la basura (el primero que operaba en la ciudad) le atropelló dándole muerte. Acaso el episodio no hubiese pasado de la categoría de "desgraciado accidente" sino fuera porque cuatro amigos decidieron conmemorar al año siguiente el aniversario de la defunción y la figura del vividor Genaro con una ronda poética por bares de la ciudad que "competía" con las procesiones religiosas propias de esas fechas. La pagana procesión se convirtió en una costumbre cada vez más popular hasta que en 1957 fue prohibida por la autoridad, recuperándose con la llegada de la democracia a España. Desde entonces, la procesión del entierro de Genarín suma asistentes llegando a convertirse en un acto multitudinario y vocinglero, ya digno de aparecer en las noticias, que contrasta con la gravedad de sus equivalentes religiosas.
De todo ello da cuenta el breve libro que publicó Llamazares, que no hace mucho fue reeditado en un volumen con ilustraciones.