Teresa Ramos
Tikal
Solsticio de Invierno

Tikal un baño de luz. Solsticio de Invierno
Hoy percibo a Tikal. Amanece luciendo su sombrero de Sol. La luz es caliente y amarilla. Su color desabriga la noche. Te impulsa al camino donde los espejismos se diluyen y se contemplan futuros. La puedo observar sin dañar mis ojos. Aún veo.
La montaña de la selva detiene mi tiempo. El tiempo relativo a la fundación de las órdenes cósmicas, ya no tienen influencia en mí. Todo se restablece en el encuentro entre la luz y yo. Juntas vivimos cada día descubriendo momentos que hacen emerger de las soledades rayos de esperanza extraterrestres venidos del polvo estelar. Juntas huimos hacia espacios más infinitos llenos de alegría y el tacto se sumerge en aguas cristalinas donde la noche es suave. Una sola respiración, un instante suspendido, un solsticio, un suspiro que se introduce en una pequeña grieta, donde se asoma un diminuto rayo de voluntad, que penetra en mis ojos dirigiéndome a observar, de nuevo, lo alto de la pirámide.
Estoy en Tikal y hoy me baño de luz.